Confía Blog

LA COMUNICACIÓN DA MIEDO

No comments

No vamos a volver a explicar la necesidad vital de comunicar que el ser humano, sea quien sea, tiene como algo innato en si mismo.

Una persona siente deseo de comunicarse con los demás, de interactuar, por el medio que sea, boca/boca…boca/oreja…no verbal… o utilizando los cientos de recursos que la tecnología de hoy pone en sus manos.

Ya no te digo cuando es un grupo organizado formado como empresa, organismo o institución. Para estos es imprescindible darse a conocer, mostrar lo que hacen, lo que representan, que venden… Si no te conocen, no existes.

Pues bien, hasta aquí estamos de acuerdo en el que hay una necesidad primaria, imprescindible para sobrevivir en este mundo, de comunicarse. Si nos vamos a la prehistoria, sabemos que nuestros antepasados sobrevivieron al resto de sus congeneres por varias razones, la más importante es que se comunicaron entre ellos y al hacerlo se organizaron, juntos conseguían mas fuerza y por tanto, sobrevivir.

Poco ha cambiado la cosa en la actualidad, salvando la evolución y el desarrollo del ser humano a lo largo de millones de años obviamente, seguimos comunicándonos y por tanto organizándonos entre nosotros para sobrevivir y fundamentalmente, para vivir mejor, es decir, para tener mejor calidad de vida.

Pues aun así, vistas todas las ventajas que nos ha traído a lo largo de la historia de la humanidad comunicarnos, la comunicación da miedo.

Los profesionales nos damos cuenta que, a pesar de que hoy en día es más fácil comunicarse que nunca, existe un cierto reparo en añadir como elemento imprescindible la comunicación por parte de las organizaciones. Creemos que la razón radica en que no es algo tangible, que pueda tocarse, como por ejemplo, una reforma en una empresa, que cambia y moderniza toda una recepción de su sede, para dar imagen y modernidad. Esta reforma se ve, se siente y sobre todo se puede tocar. Por el contrario, le resulta difícil comprender la necesidad de contar (comunicar) a tú público que moderna se ha puesto la recepción de tu sede. Si has realizado una reforma para modernizar tu empresa es que tu empresa se ha modernizado y si no lo cuentas no sirve de nada. Desde hace años he oído barbaridades como “no estoy seguro de que una nota de prensa, que ni siquiera publican, traiga efectos positivos a nuestra empresa”, “ya nos conocen nuestros clientes, no hace falta contárselo”… como estas podría citar cientos de este calibre y peores. Hay miedo de comunicar, se piensa que comunicar es arriesgar, comunicar es un esfuerzo que cae en saco roto…

Queridos seres humanos organizados en grupos que forman empresas, organismos e instituciones, COMUNICAR ES IMPRESCINDIBLE, UNA NECESIDAD, no tengáis miedo y depositad la confianza en los profesionales, porque os ayudaremos a, como organizaciones que sois, os comuniquéis mejor y eso solo puede traer beneficios…sí económicos también.

Hace años, tuve un maestro, en esto de comunicar, que me puso un ejemplo de la importancia de la comunicación:

Tomemos como ejemplo, con todos los respetos, la iglesia como “producto” para vender. Lo primero que tenemos que hacer es analizar, desde el marketing,  ese “producto” con tres características importantes:

  • Tiene el mejor logo posible, la cruz.
  • Tiene una distribución perfecta, está presente en todos lados, allá en un pueblecito por pequeño que sea hay una iglesia, ermita o capilla.
  • Y por último, es gratis, nadie nos cobra por asistir a la iglesia.

Este profesor me señaló ¿qué empresa podría aspirar a más? Lo tiene todo… Entonces ¿por qué se vende tan mal? ¿Por qué tiene crisis de asistencia? Solo hay una razón, porque tiene miedo a comunicar y lo poco que lo hace, lo hace mal. Es cierto que quien esté leyendo esta entrada en el blog de Confía piense, “bueno y porque hay elementos externos que han estado y están constantemente machacando y denostando a la iglesia a lo largo de su historia”. Pues también, sí, pero incluso para esto, hay recursos de comunicación que hacen paliar este daño.

Dejemos de tener miedo, abramos los ojos de una vez y consideremos que si no comunicamos estamos perdidos.

Deja una respuesta