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La comunicación y el coronavirus

Nadie, absolutamente nadie, pensaba que un “agente infeccioso” que ni siquiera se ve a través de un microscopio, que está en el límite de lo que se considera un organismo vivo y, además, tiene que utilizar otros elementos, como las células, para poder funcionar, fuese a cambiar la vida de la sociedad a nivel mundial y que nos iba a hacer tanto la “puñeta” con  cientos de miles de fallecidos y millones de contagiados. Los científicos lo llaman coronavirus.

De un día para otro, todo ha cambiado, la forma de trabajar, de organizarnos, incluidas las rutinas más triviales de nuestra vida, como comer o dormir. Y, dentro de toda esta esfera que nos envuelve en nuestras interacciones sociales, ha cambiado nuestra forma de comunicarnos.

Ahora, gracias al Covid 19, que es el otro nombre que tiene el “bicho”, nos damos abrazos por videollamada, cantamos por los balcones, compartimos nuestras vidas privadas por las RRSS, más si cabe que antes, y todo esto nos hace aflorar nuestros sentimientos y sensaciones y así, lloramos y reímos por cam o por la ventana.

En este sentido, podemos afirmar que seguimos en contacto porque el ser humano no puede vivir sin interrelacionarse, necesitamos sentir al otro. Por mucho coronavirus, por mucho Covid 19 que enferma y mata, hay algo que está por encima de todo: La comunicación.

La comunicación entendida en su amplio sentido semántico: necesitamos comunicar, necesitamos comunicarnos, es algo imprescindible e innato en el ser humano. Sin comunicación no podemos vivir… es más, la comunicación nos ayuda a sobrellevar y a luchar con las adversidades, hoy con el Covid 19 pero mañana será con otro u otros factores.  Cambiaremos las formas, los medios, los canales… saldremos a gritar por las ventanas o balcones, o nos conectaremos por videollamada con la otra parte del mundo o con el vecino del 2º izquierda… Necesitamos relacionarnos a través de la comunicación, es una condición del ser humano.

Por esta razón, ahora, más que nunca, las empresas, instituciones y organismos no deben bajar la guardia y adaptarse a la mal llamada y contradictoria “nueva normalidad”.

Deben saber que la comunicación es imprescindible y necesaria, como el ser humano.

Confía Producciones y Comunicación.