HAY QUE SEGUIR REMANDO
A veces, el suelo que tenemos bajo los pies se tambalea. Parece que aquello que nos sostiene, lo que nos da seguridad, desaparece. Todo, o casi todo, nos habla de miedo, incertidumbre, desesperanza, incluso desesperación. A veces, cuando has luchado tanto por una cosa, cuando has intentado con todas tus fuerzas sacarla adelante ocurre algo.